Las autoridades educativas suspendieron e investigan a una profesora y
una orientadora de la escuela María Auxiliadora, en Villa Mella,
donde el pasado martes amaneció encerrado un estudiante de 10 años.
Se trata de la profesora Clemencia Martínez y la orientadora Belkis
Marte, inquiridas para determiner su grado de responsabilidad en el
hecho, que llevó a los familiares del niño a recurrir a la Justicia.
Margarita Vargas, directora del referido plantel, dijo que no estaba
en la escuela cuando ocurrió el hecho. “Fue un error, pero no sabemos el
fondo del error”, maniofestó.
El niño señala a la orientadora Marte
como la persona que lo dejó encerró en la dirección, como castigo porque
estaba jugando con sus compañeritos en horario de clase.
Cuenta que voceó pidiendo ayuda, y que nadie respondía. “Yo hasta
lloré. Lo único que podía hacer era beber agua. Hice pipí por la
ventana, porque los baños estaban cerrados”, expresó.
El menor fue socorrido a las 7:00 de la mañana del pasado miércoles
por un vigilante (sereno) de la escuela que escuchó los gritos de
auxilio a su llegada al plantel, tras lo cual alertó a las autoridades
esducativas, quienes acudieron al lugar y liberaron al niño a las 8:00
de la mañana de ese día.
Mientras el niño estuvo encerrado, angustiados, su familia y vecinos
lo buscaba por los alrededores del barrio y dieron parte a la Policía
por la desaparición.
"Fuimos a la escuela a buscarlo, y allí nos dijeron que no sabían
nada, de inmediato comenzamos a buscarlo en compañía de vecinos",
expresó Emperatriz Ramírez, tía del pequeño.
No fue hasta el miércoles en la mañana, cuando Lidia María Ventura,
abuela del niño, acudió al recinto a esperar que abrieran, y se encontró
con un tumulto. Allí le dijeron que había un menor encerrado, y supo
que se trataba de su nieto.
Pedro Martínez, padre del niño, dijo al periódico Diario Libre que
hasta el momento las autoridades de la escuela no le han ofrecido
ninguna explicación lógica del caso, por lo que se querelló ante la
Fiscalía.
En la escuela sostienen que el infante es imperativo y tiene muy mala
conducta, lo cual es rechazado por sus familiares y vecinos.
La directora del plantel afirma, además, que el recinto es custodiado
de noche por un policía. "No nos explicamos cómo nadie escuchó sus
gritos", indicó.
fuente: almomento.net
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