El general de Brigada del Ejército de Estados Unidos, Jeffrey A. Sinclair, que enfrentaba la perspectiva de ir a la cárcel fue castigado con una reprimenda y una multa de 20.000 dólares por mantener relaciones impropias con tres subordinadas, en un caso judicial que despertó gran interés.
Sinclair sonrió y abrazó a sus dos abogados al escuchar la sentencia el jueves por la mañana.
La sentencia no podía exceder los términos de un acuerdo sellado entre los abogados defensores y el fiscal militar.
Sinclair había sido acusado de ataque sexual durante la relación con una subordinada, pero esos cargos fueron desestimados como parte del acuerdo. Se declaró culpable de otros cargos, entre ellos adulterio, un delito según el código de justicia militar.
Las fuerzas armadas intentan poner coto a la inconducta sexual y el Congreso está estudiando reformas a la justicia militar en beneficio de las víctimas de estos delitos.
En los argumentos de cierre, la fiscalía sostuvo que Sinclair debería ser expulsado del ejército y perder sus beneficios militares, mientras que la defensa sostuvo que ello perjudicaría a su esposa inocente y sus hijos. Además, ambas partes esgrimieron argumentos contrarios sobre la gravedad de las acusaciones contra el ex jefe de la 82da División Aerotransportada.
"No se trata solamente de un error. No solamente una falta de juicio. Fue una conducta repetida", dijo la fiscal, la mayor Rebecca DiMuro. "No son errores. No estamos en una corte de errores penales. Estos son delitos".
La defensa citó a declarar a varios testigos que avalaron la integridad del acusado y que esta semana ensalzaron a Sinclair por ser un líder altruista, con la esperanza de que reciba un castigo benigno.
La fiscalía no pidió una pena carcelaria para Sinclair.
El general reconoció que maltrató a la capitana bajo su mando durante un amorío de tres años y haber mantenido relaciones inapropiadas con otras dos mujeres. Se declaró además culpable de adulterio - un delito en las fuerzas armadas - así como utilizar su tarjeta de crédito emitida por el gobierno para pagar los viajes cuando iba a ver a su amante y otras actuaciones indignas de un oficial.
El general, de 51 años, ha sido acusado de obligar dos veces a una capitana a cometer una felación durante sus tres años de amoríos, pero las acusaciones de agresión sexual fueron retiradas dentro de un acuerdo judicial.
fuente: diario libre
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