Juan Luis Guerra es uno de los artistas con mejor desempeño y capacidad para abrevar y asimilar las tendencias musicales prevalecientes en el pasado y en el presente, las cuales incorpora, con gran acierto, a sus proyectos creativos, dando por resultado trabajos como "Tus besos", donde nos sorprende esta vez con una arrebatadora fusión de clasicismo en la que evoca una época acaramelada de finales de los años 50 en que el rock atronaba con un halo solo para paladear sutilezas.
Y pensar que paradójicamente la dictadura de Trujillo prohibió el Rock and Roll por su influencia nociva en la juventud en el año 1959, época a la que se remonta Juan Luis con sus alegorías en su nuevo tema.
Es notable la manera en que Juan Luis en "Tus Besos" experimenta rasgando guitarras Rickenbacker de doce cuerdas, campanas tubulares, el órgano presente como "leit motiv", las voces armonizadas, los riff, y la manera tan singular en que conjuga lo retro con la vanguardia tecno, como si se tratara de rendir un culto al vinilo original, con voces entre agudas y rasgadas, comprometidas con sus raices musicales sin desconocer el núcleo instrumental básico (guitarra, bajo bateria).
Juan Luis se sitúa en una posición donde de manera permanente pone de relieve su deseo de hacer algo nuevo con su músicca, a partir de influencias del rock, el soul, el R&B, las big bang del rock, los grupos cuaternarios, y las corrientes progresivas y en ocasiones deja sentir efluvios del jazz, lo cual trabaja con pasión y estilo, con sonidos limpios y claros.
Pero siguiendo con "Tus Besos", quizás los jóvenes no reconocerán esos sonidos, (les sonarán a tambores lejanos), pues se fue bien atrás Juan Luis en el proceso de incorporar los elementos retros urbanos que le confieren singularidad a su trabajo, sobre todo en un medio que adolece de una cultura musical empobrecida.
No debemos tampoco perder de vista que estamos en presencia de una virtual tendencia de grupos y anodinos seres musicales urbanos que asumen una actitud iconoclástica con las joyas musicales de las cuales se apropian, para operar con ellas transformaciones que les permiten adaptaciones impuras, como se verifica en el hecho de que ante la ausencia de instrumentos solventes se compensan con efectos digitales. Los ejemplos sobran.
Musicalmente nos hemos convertido de ese modo en la capital de la chapuza, con figuras de garaje, sin una taxonomía clara, a las que solo les preocupa generar esnobismo, puro y simple con sus propuestas desechables.
Es ahí donde Juan Luis demuestra su fortaleza, al transitar por un terreno "minado" con un material sumamente volátil, que se activa con las "irradiaciones térmicas microcefálicas" de la calle, pero que nada tienen que ver con el verdadero arte.
Así es que me uno al bis, para entonar "Tus Besos"
Fuente: Merengala
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