Especialistas en temas de narcotráfico concluyeron hoy en Lima, en un seminario internacional organizado por el escritor Mario Vargas Llosa, que los gobiernos deben legalizar las drogas y dedicarse a combatir la violencia y el crimen organizado.-
El intelectual peruano Ian Vásquez, del Instituto Cato, resaltó que un kilo de cocaína se vende por US$1,000 (mil dólares) en Perú, pero es pagado a US$50,000 (cincuenta mil dólares) en Estados Unidos, lo constituye un enorme incentivo para los narcotraficantes.
Al proponer junto a otros intelectuales y especialistas, entre los cuales se destacó el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, la legalización de las drogas para eliminar el narcotráfico con sus secuelas de crímenes y corrupción, Vásquez sostuvo que la despenalización debe empezarse en los países que son grandes consumidores y hacen disparar los precios de las sustancias prohibidas, como es el caso de Estados Unidos.
Vásquez manifestó que en Latinoamérica la guerra contra las drogas se declaró hace 40 años pero que ésta "no ha tenido ningún éxito en reducir el consumo ni su flujo hacia Estados Unidos u otras partes del mundo".
"La estructura de la industria muestra por qué es tan difícil controlarla. Con cada etapa de producción se va elevando el precio de la droga hasta darse un salto enorme una vez que se cruza la frontera en el país consumidor", opinó.
Señaló que el precio de cocaína al por mayor en Perú es de 1.000 dólares el kilo, mientras que en Estados Unidos es de 50.000 dólares.
"Se tiene que incluir la legalización en los países consumidores, es ahí donde el precio se dispara y se crean los grandes incentivos para los narcotraficantes. Hasta que no ocurra eso, los países productores como Perú van a estar en una posición difícil", puntualizó.
Especialistas en temas de narcotráfico concluyeron este martes en Lima, en un seminario internacional organizado por el escritor Mario Vargas Llosa, que los gobiernos deben legalizar las drogas y dedicarse a combatir la violencia y el crimen organizado.
En la charla "El problema de las drogas" del seminario "América Latina: oportunidades y desafíos", los periodistas y ensayistas Ian Vásquez, peruano, y Héctor Aguilar Camín, mexicano, coincidieron con el también ensayista y profesor español Antonio Escohotado en que las políticas represivas generan violencia y crimen.
"El problema no es de las drogas, sino es con la política predominante. La represión que es lo que está creando los problemas asociados a las drogas: la violencia y la corrupción", sostuvo Vásquez.
Según Escohotado, autor de libros como "Historia general de las drogas", legalizarlas "es como si legalizáramos la pintura, la escultura o los viajes turísticos".
"Yo no creo que estemos en una época de guerra contra las drogas, salvo en México, creo que hemos llegado a un armisticio silencioso por lo menos desde hace 10 años", manifestó Escohotado.
Para Aguilar Camín, autor del ensayo "Un futuro para México" con Jorge Castañeda y de numerosas obras literarias, "hay que legalizar y regular el consumo de drogas con criterio médico, no policiaco", pues según afirmó, mientras más se ha esforzado México en perseguir esas sustancias, "peor le ha ido como país y mucho peor a su sociedad".
En México se vive una "espiral de violencia y salvajismo", señaló Aguilar Camín.
"El espectáculo de un Estado en donde aparecen muertos degollados, decapitados, colgados e incinerados es un destape público de tal tamaño que el Gobierno no puede más que intervenir. Y esta intervención del Gobierno es un factor más que agrava y anima la violencia porque la estrategia es tomar control territorial y descabezar los carteles y las bandas", indicó Aguilar.
Para el periodista, la situación empeora en México porque "por cada capo que matan o capturan significa una guerra al interior del cártel para ver quién se queda con el poder".
Vargas Llosa ha manifestado abiertamente en diversas oportunidades su posición a favor de la legalización de las drogas y ha sostenido que esta medida es la solución para acabar con el narcotráfico.
Perú es uno de los principales productores mundiales de hoja de coca, principal insumo de la cocaína, y se estima que existen más de 60.000 hectáreas de cultivo en su territorio.
EFE
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