Nuevas tecnologías y medidas más eficaces para impedir que criminales
y personas con patologías psíquicas accedan a armas de fuego podrían
ayudar a reducir el número de víctimas por disparos en Estados Unidos,
según expertos.
“Varias medidas fueron tomadas para hacer bajar la cantidad de
muertos y heridos en accidentes de carretera, haciendo a los autos más
seguros. (Estas técnicas) deberían ser aplicadas a las armas de fuego”,
afirmó Daniel Webster, de la Universidad Johns-Hopkins de Baltimore,
durante una presentación el sábado en la conferencia anual de la
Asociación estadounidense para el avance de la ciencia en Chicago.
La idea es disminuir los índices de tiroteos, niños heridos
accidentalmente por jugar con armas en sus casas o de suicidios -la
mitad de ellos son cometidos con armas de fuego-.
Actualmente existe tecnología que permite bloquear a distancia el
funcionamiento de un arma, de modo que sólo pueda ser empleada por su
propietario.
Estas nuevas armas ya son fabricadas en Europa y algunos modelos
obtuvieron el permiso de las autoridades federales para ser
comercializadas en Estados Unidos.
“El Departamento de Justicia formó un grupo de trabajo para examinar
esta nueva tecnología que está operativa. Podría reducir los suicidios,
muertes accidentales de niños y homicidios cometidos con armas robadas”,
destacó Webster.
Según él, la opinión pública recuerda especialmente las grandes
matanzas, incidentes que representan una fracción mínima del problema de
las armas de fuego que en 2010 mataron a 32.000 personas en Estados
Unidos.
Antecedentes judiciales
Un punto más importante aún para mitigar este problema refiere al
control universal de los antecedentes penales de las personas que desean
comprar un arma de fuego.
El control de antecedentes en la mayoría de los Estados es realizado
sólo cuando la transacción se realiza en las armerías con permiso
federal. Se trata de un sistema poco eficaz, ya que muchas armas son
vendidas al margen de ese circuito (internet, ferias, anuncios
clasificados), insistió Webster, quien cita un estudio sobre el impacto
en Misuri de la anulación de una ley en 2007 que imponía el control de
los antecedentes penales para poder comprar un arma.
Según la investigación, la anulación de esta ley fue directamente
responsable de 55 a 63 muertos por año en Misuri entre 2008 y 2012.
Por su parte, Jeffrey Swanson, profesor de psiquiatría de la
Universidad Duke en Carolina del Norte, afirmó que aunque se tomaran
importantes medidas para tratar a las personas con desequilibrios
psíquicos severos como la esquizofrenia, la depresión o los bipolares,
el número de accidentes con armas de fuego no se reduciría
significativamente. “Estos enfermos son responsables de solo el 4% al 5%
de los episodios de violencia”, precisó.
Sin embargo, la medida podría tener un impacto sobre los suicidios,
que significan el 50% de las muertes por disparos en Estados Unidos,
teniendo en cuenta que las personas suicidas tienen muchas veces
problemas mentales, destaca el psiquiatra.
“No podemos restringir legalmente el acceso a las armas en nuestro
país, ya que (la segunda Enmienda de) la Constitución protege ese
derecho”, recordó al precisar que los hogares estadounidenses cuentan
con 310 millones de armas.
“Concentramos nuestras investigaciones en la mejora del control
judicial específicamente para las personas con problemas mentales”,
explicó Swanson.
Stephen Teret, profesor en la Universidad Johns-Hopkins, presentó una
prometedora experiencia realizada en California, donde se les retiran
las armas de fuego a las personas que inicialmente las obtuvieron
legalmente pero que después cometieron un delito o actos de violencia
física.
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